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Foto del escritorDra. Lucre

INTEGRACIÓN SENSORIAL: LOS SENTIDOS TRABAJAN JUNTOS.

Trastorno de Procesamiento Sensorial.




La integración sensorial es el proceso de tomar información de nuestros sentidos, interpretarlos y organizarlos para luego usarlos en una función corporal.


Para la mayoría de los niños, la integración sensorial se desarrolla en el curso ordinario de las actividades de la infancia. Pero para algunos niños, la integración sensorial no se desarrolla de forma tan eficiente como debería. Cuando tiene desórdenes en el proceso de la integración sensorial, pueden hacerse evidentes problemas de aprendizaje, desarrollo, o comportamiento


Hay dos tipos de patrones básicos de trastornos del procesamiento sensorial.

Los niños hipersensibles son extremadamente sensibles a la estimulación sensorial, y pueden encontrarla abrumadora. Ellos podrían:


• No tolerar luces brillantes y ruidos fuertes como las sirenas de las ambulancias.

• Negarse a llevar ropa porque sienten que les pica o les irrita; incluso después de quitarle todas las etiquetas; o los zapatos porque los notan “demasiado apretados”.

• Distraerse con ruidos de fondo que otros parecen no escuchar.

• Temer que los toquen por sorpresa y evitar los abrazos incluso de adultos familiares.

• Tener un miedo exagerado a los columpios.

• Con frecuencia tener problemas para entender dónde está su cuerpo en relación a otros objetos o personas.

• Tropezar con cosas y parecer torpes.

• Tener dificultad para medir la fuerza que aplican: por ejemplo, pueden romper el papel al borrar, pellizcar demasiado fuerte o dejar los objetos con demasiada fuerza.




Los niños hiposensibles son menos sensibles de lo normal, lo cual los hace que busquen más estimulación sensorial. Ellos podrían:


• Tener una necesidad constante de tocar a las personas o texturas, incluso cuando no es socialmente aceptable.

• No entender qué es el espacio personal incluso cuando los niños de su edad ya lo hacen.

• Tener una tolerancia extremadamente alta al dolor.

• No ser conscientes de su fuerza.

• Ser muy inquietos e incapaces de sentarse tranquilos.

• Gustarles actividades como saltar, chocarse y estrellarse.

• Disfrutar de presión profunda como abrazos muy apretados

• Desear movimiento intenso y/o giratorio

• Querer que los lancen al aire y saltar sobre los muebles y trampolines.


Si sospechás que tu niño encaja con estas dificultades, una evaluación debería ser dirigida por un terapeuta ocupacional o fisioterapeuta cualificado en integración sensorial. El resultado de la evaluación indicará si hay o no desórdenes de integración sensorial y proporcionará un perfil de las habilidades de procesamiento sensorial de tu niño. La evaluación consiste tanto en pruebas estandarizadas como observaciones estructuradas de las respuestas a la estimulación sensorial: postura, equilibrio, coordinación y movimientos oculares. El terapeuta ocupacional que conduce las pruebas puede observar también, informalmente, el juego espontáneo, y pedir información acerca del desarrollo del niño y de las áreas de comportamiento. El desarrollo de la evaluación normalmente requiere entre 1 hora y media y 3 horas. El siguiente paso a la evaluación, será recibir un informe dónde se proporcione las puntuaciones de las pruebas y la interpretación de lo que indican esas puntuaciones.

Podes acudir a tu pediatra que te orientará para realizar las consultas necesarias. Los trastornos sensoriales presentan muchisimas mejorías con los tratamientos adecuados.

Adelante papis!! Lo están haciendo bien!


Dra. Lucre


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